LAS PLANTAS
Son organismos vivientes autosuficientes, pertenecientes al mundo vegetal que pueden habitar en la tierra o en el agua. Presentan formas muy diversas tales como: árboles, hierbas, arbustos, lianas o flores. Y dependiendo de su altura, y que sean blandas o duras, a todas ellas las llamamos con nombres diferentes.
Son seres vivos, porque nacen, crecen, se relacionan, se reproducen y mueren. Pero a diferencia de los animales, pueden fabricarse su propio alimento. En una planta generalmente se encuentran órganos como raíces, tallos, hojas, flores y frutos; estos órganos varían según la planta, en tamaño, forma, consistencia y trabajo que realizan.
Las plantas tienen un papel fundamental en la historia de la vida sobre la Tierra. Ellas son las responsables de la presencia del oxígeno, un gas necesario para la mayoría de seres que pueblan actualmente nuestro planeta y que lo necesitan para poder respirar. Pero esto no fue siempre así. En un principio la atmósfera de la Tierra no tenía prácticamente oxígeno y era especialmente muy rica en dióxido de carbono (CO2), agua en forma de vapor ( H2O), y nitrógeno (N). Este ambiente hubiera sido irrespirable para la mayoría de las especies actuales que necesitan oxígeno para poder vivir.
Los primeros seres vivos no necesitaban oxígeno para poder respirar. Al contrario, este gas constituía un veneno para ellos. Fueron ciertas bacterias, junto con las plantas, las que, hace más de 2000 millones de años empezaron a iniciar el proceso de la fotosíntesis, transformando la atmósfera y posibilitando la vida tal como se conoce en la actualidad.
EVOLUCIÓN DE LAS PLANTAS
Las plantas siguieron evolucionando a medida que añadían oxígeno a la atmósfera. Fueron capaces de desarrollar las semillas. Las plantas con semillas las llamamos espermatofitos. Las más primitivas todavía no encerraban las semillas dentro de un fruto y se conocen como gimnospermas o "plantas sin flores". Las plantas más evolucionadas son las angiospermas o "plantas con flores" que son aquellas que producen semillas.
Todos estos organismos han contribuido y siguen contribuyendo a crear las condiciones adecuadas para que la vida sea posible en la Tierra. Gracias a los seres vivos que producen oxígeno, no solamente nos resulta posible respirar. También, de una forma indirecta, estos mismos seres han contribuido a la formación de la capa de ozono, un gas que se produce por la acción de la luz solar sobre el oxígeno. Esta capa nos protege de los perniciosos rayos ultravioleta.
Otra consecuencia de la fotosíntesis es la disminución del dióxido de carbono, un gas que, al al acumularse eleva la temperatura de la atmósfera porque retiene el calor de los rayos solares produciendo el famoso y fatal "efecto invernadero".
Las plantas nos han protegido durante muchos milenios del "calentamiento global" al absorber el exceso de dióxido de carbono. Lamentablemente, la combustión de combustibles fósiles ha aumentado los niveles de este gas tan expectacularmente que las propias plantas, cada vez menos importantes en número y variedad, ya no son capaces de solucionar el problema de un planeta cada vez más caliente.
PARTES DE LAS PLANTAS
Casi todas las plantas, excepto las algas, como el resto de seres vivos, poseen un organismo vivo que puede ser dividido en tres partes principales:
Esas tres partes u órganos se encargan de la función de nutrición de la planta, es decir, de absorber, conducir y transformar las sustancias que necesitan para producir su propio alimento: el agua, las sales minerales del suelo, los gases de la atmósfera y la luz solar.
Además, los vegetales más evolucionados o modernos tienen flores en donde se encuentra el aparato reproductor que permite que nazcan nuevas plantas y la supervivencia de los vegetales. Esas flores se transforman en frutos después de la polinización y la fecundación.
A su vez, los frutos contienen las semillas.
A continuación explicamos con detalle cada una de las partes que pueden tener los vegetales.
-
La Raíz.
-
El Tallo.
-
Las Hojas.
-
Las Flores.
-
El Fruto.
-
Las Semillas.
La raíz.
Es el órgano de la planta que típicamente está debajo del suelo y pueden ser raíces primarias o secundarias. Es el órgano que crece bajo tierra. Es más gruesa por la zona más cercana al tallo y va estrechándose conforme se aleja de él. Existen algunas excepciones dado que algunas raíces pueden ser epigeas (que se encuentran sobre el suelo) o aéreas (que están muy por encima del suelo o encima del agua). Se ramifica en otras raíces cada vez más finas hasta llegar a ser unos pelos que absorben el agua y las sales minerales que hay en el suelo y que la planta necesita para producir su alimento.
El extremo de la raíz está protegido por un pequeño abultamiento llamado cofia que le sirve de protección cuando la raíz va abriéndose camino por la tierra.
Esta mezcla de sales minerales y agua se llama savia bruta y sube por el tallo para circular por toda la planta.
Además, la raíz sirve de soporte a la planta y evita que ésta se caiga o la transporte el viento o la lluvia. También por este motivo, las raíces de árboles, arbustos y hierbas ayudan a conservar el medio ambiente, pues sujetan el suelo cuando la lluvia fuerte o el viento podrían arrastrar la tierra, poco a poco, con su fuerza.
El tallo.
En la mayoría de las plantas el tallo crece en sentido contrario a la raíz, o sea, partiendo del suelo hacia arriba. Es el eje, generalmente aéreo, que prolonga la raíz y tiene las yemas y las hojas. Conforme se va elevando, de él salen otros tallos secundarios o ramas que sujetarán las hojas, las flores y los frutos.
Se diferencia de la raíz por la presencia de entrenudos en los que se insertan las yemas auxiliares y las hojas, por la ausencia de cofia terminal y por su estructura anatómica. La transición entre raíz y tallo se hace en el “cuello”. Pueden existir tallos subterráneos como existen raíces aéreas.
Por dentro, el tallo tiene tubitos o conductos que le sirven para que circulen por toda la planta las sustancias que necesita.
- Si el tallo es verde, realiza también la fotosíntesis, al igual que las hojas.
- Los tallos pueden ser herbáceos o leñosos. Los tallos herbáceos son delgados, flexibles y de color verde. El perejil, por ejemplo, tiene el tallo herbáceo. Los tallos leñosos son propios de los árboles y los arbustos. Son tallos gruesos y endurecidos. Algunos vegetales guardan agua o sustancias de reserva en sus tallos, como por ejemplo, los cactus.
Algunos tallos son subterráneos, o sea, crecen bajo tierra, como la cebolla, el jacinto o el tulipán.
Por su modo de crecimiento y de ramificación, el tallo determina el porte de la planta; También tiene una función de sostén de la planta y de transporte de los elementos nutritivos entre las raíces y las hojas.
Las hojas.
Son órganos vegetativos de las plantas vasculares primariamente especializados para la fotosíntesis.Las hojas típicas son estructuras laminares o aciculares que contienen sobre todo tejido fotosintetizador, situado siempre al alcance de la luz. En las hojas se produce la mayor parte de la transpiración, provocándose así la aspiración que arrastra agua y nutrientes inorgánicos desde las raíces. Secundariamente las hojas pueden modificarse para almacenar agua o para otros propósitos.
La mayor parte de las plantas tienen las hojas verdes, son planas y se inclinan hacia la luz solar. Las hojas brotan de una yema axilar y tienen varias partes:
-
El limbo es la parte plana. Tiene dos caras: su cara más oscura y brillante se llama haz y la cara inferior, de color más claro, se llama envés. En el limbo hay nervios que son conductos muy finos por donde circula la savia.
Hay un gran número de formas de hojas. Así, las que tienen forma de punta de lanza se llaman "hojas lanceoladas", como la del almendro. La "hojas aciculares" tienen forma de aguja, como la del pino. Las "hojas aserradas o dentadas" tienen el borde lleno de pequeños "dientes de sierra", como el castaño y el olmo. Las "hojas espinosas" tienen estos dientes muy pronunciados, como el alcornoque, la encina y el acebo.
En las hojas se realiza la fotosíntesis, la respiración de la planta y el desprendimiento al aire de oxígeno, otros gases y agua. También almacenan alimentos, como los azúcares, vitaminas, minerales, etc.
Las flores.
La flor es la estructura reproductiva característica de las plantas llamadas fanerógamas. La función de una flor es producir semillas a través de la reproducción sexual. Para las plantas, las semillas son la próxima generación, y sirven como el principal medio a través del cual las especies se perpetúan y se propagan. Tras la fertilización, la flor da origen, por transformación de algunas de sus partes, a un fruto que contiene las semillas.
Las plantas con flores o angiospermas producen flores una o más veces en su vida. La mayoría lo hacen todos los años. Las flores son sus órganos reproductores. En su interior poseen todos los órganos que necesita para fabricar el fruto y la semilla.
Las flores tienen dos partes: la corola y el cáliz.
La corola es la parte más vistosa de la flor y está formada por los pétalos, que son de colores variados. Esto hace que los insectos se sientan atraídos por los llamativos colores de las flores y, al posarse sobre ellas, su cuerpo se impregne de polen, lo transporten a otras flores y ayuden a que se produzca la fecundación.
El cáliz es de color verde, contiene los órganos sexuales y unas hojitas también verdes que los protegen, llamadas sépalos. En el interior del cáliz, además de los sépalos, están los órganos reproductores de la flor. Uno de esos órganos es el gineceo o pistilo, con forma de botellita, de las antiguas, y es el aparato reproductor femenino. Dentro del pistilo está el ovario, donde se encuentran los óvulos, que son las células sexuales femeninas.
El aparato reproductor masculino de las flores también está en el cáliz de la flor de que se trate. Está formado por los estambres y las anteras. Un estambre es un órgano muy fino, como un hilo, en cuyo extremo hay un abultamiento: la antera. En las anteras se producen los granos de polen. Estos granos de polen son las células sexuales masculinas.
Hay flores que son masculinas, con estambres y sin pistilo. Otras son femeninas, con pistilo y sin estambres. Y hay flores que tienen los dos aparatos reproductores: el masculino y el femenino.
El pedúnculo floral es un tallito que une la flor al tallo de la planta.
El fruto y la semilla.
La flor se transforma cuando ha sido fecundada. O sea, cuando los granos de polen han entrado en su pistilo y se han unido con el óvulo.
Los pétalos y otras partes, se marchitan y se caen. El ovario engorda poco a poco transformándose en el fruto. Los óvulos se van convirtiendo en semillas.
Algunos frutos son el limón, el tomate o la bellota. Todos ellos contienen dentro un gran número de semillas. De algunas plantas lo que comemos son las semillas, como el guisante, la habichuela blanca o las pipas de girasol.
Las semillas son muy resistentes y pueden aguantar muchos años sin germinar en una nueva planta. Lo harán cuando las condiciones de temperatura y humedad sean las adecuadas para que la nueva plantita crezca.
Los frutos y las semillas comestibles aportan al ser humano una buena cantidad de sustancias nutritivas, como vitaminas, proteínas, fibras y azúcares. Aunque no se debe comer nada más que los que sean comestibles, pues hay algunos que son venenosos y pueden causar graves trastornos en la salud.
Ahora, si has leído esta página con detenimiento, puede hacer las siguientes actividades y conocer la nota que obtienes.
TIPOS DE PLANTAS
las plantas se clasifican dependiendo de varios factores. Comprende millones de especies distintas unas de otras. Al ser tantas y para conocerlas mejor, se clasifican de distintos modos. A continuación vamos a conocerlas de dos tipos:
Según su tamaño:
-
Árboles.
-
Arbustos.
-
Plantas herbáceas.
Según su forma de reproducirse:
Plantas sin flores.
-
Criptógamas:
-
musgos.
-
helechos.
-
algas.
Plantas con flores.
-
Fanerógamas:
-
gimnospermas.
-
angiospermas.
Los árboles.
Un árbol es una planta, de tronco leñoso, que se ramifica a cierta altura del suelo. El término hace referencia habitualmente a aquellas plantas cuya altura supera los 6 mtrs. en su madurez, y que además producen ramas secundarias nuevas cada año que, a diferencia de los arbustos, parten de un único fuste o tronco, dando lugar a una copa separada del suelo. Los árboles presentan una mayor longevidad que otros tipos de plantas. Ciertas especies de árboles pueden superar los 100 mtrs. de altura, y llegar a vivir durante miles de años.
Los arbustos.
Son vegetales más pequeños que los árboles, pero más grandes que las hierbas.
Se llama arbusto a una planta leñosa de cierto porte cuando, a diferencia de lo que es propio de un árbol, no se yergue sobre un solo tronco o fuste, sino que se ramifica desde la misma base. Los arbustos pueden tener varios metros de altura. No todas la plantas leñosas ramificadas desde la base merecen ser llamadas arbustos. Es frecuente que especies que se presentan normalmente como arbustos pueden crecer como árboles; o donde las circunstancias ecológicas son distintas, o por un esfuerzo deliberado en el cultivo.
Las plantas herbáceas.
Las plantas herbáceas o hierbas son pequeñas plantas que sobresalen del suelo unos pocos centímetros. Son plantas que no forman tallo leñoso por lo que en general no alcanzan grandes alturas. La mayor parte de ellas tienen una vida corta, de uno o dos años. La mayor parte del suelo del planeta está cubierto de plantas herbáceas silvestres. Otras son cultivadas para proporcionar alimento a seres humanos o animales y algunas también se cuidan como plantas de adorno por su belleza.
Son plantas herbáceas el trigo, la amapola o el perejil.
Plantas sin flores.
También podemos encontrar plantas que no dan flores y que, por lo tanto, no darán frutos ni semillas. Ellas se reproducen de una manera diferente. Encontramos dos grandes grupos de plantas sin flores: las briofitas, como los musgos, y las pteridofitas, como los helechos.
Las plantas más conocidas de las que no tienen flores son los musgos, los helechos y las algas. Son los primeros vegetales que empezaron a existir y vivieron en épocas que aún no existía el ser humano. Suelen habitar en bosques y lugares muy húmedos porque necesitan que sus esporas naden sobre agua para reproducirse.
Los helechos viven en zonas de mucha humedad, y se reproducen mediante diminutas esporas. Son vegetales muy antiguos. Hace 300 millones de años los helechos eran mucho más abundantes que ahora. Algunos eran tan grandes como enormes árboles y formaban auténticos bosques. Sus restos putrefactos y enterrados han dado lugar, con el paso de millones de años, al carbón. También necesitan vivir en zonas muy húmedas y frescas.
Los musgos viven en sitios húmedos y sombríos. También se reproducen por esporas. Son las plantas terrestres más primitivas y con forma más sencilla. Son vegetales pequeños que habitan en lugares muy húmedos y sombríos, pues no toleran el sol directo. Los encontramos en la tierra, bajo la sombra de bosques húmedos, tapizando cortezas de árboles o rocas lisas; pero siempre en zonas de umbría.
Las algas son plantas acuáticas, que viven tanto en agua dulce como en agua salada. Son un grupo de vegetales que viven dentro del agua. Muchos científicos dudan que pertenezcan al reino vegetal, pues no presentan todas las características y funciones de los vegetales. De las algas proceden el resto de las plantas. Fueron el origen de los vegetales porque, con el paso de millones de años, algunas especies enraizaron en la tierra dando lugar a otros vegetales como los musgos y helechos. Las algas crecen en el fondo del mar o pegadas a las rocas y las hay en mares, ríos, lagos y charcas. Tienen formas y colores muy variados. Son bastante distintas al resto de vegetales, pues no tienen raíz ni tallo ya que al vivir dentro del agua, no necesitan de esos órganos para absorberla. Hacen la fotosíntesis y algunas de ellas son microscópicas. Un ejemplo de algas lo podemos ver en el verdín de la charcas, en lagos, ríos y sobre todo en el mar, donde se dan muchas especies de colores verdes, amarillas, azules o rojas.
Plantas con flores.
La mayor parte de las especies vegetales se reproduce mediante flores. En Botánica a estos vegetales se les llama plantas "fanerógamas". Para ellas no es imprescindible que haya agua para reproducirse, por lo que pueden crecer por zonas que no sean húmedas.
En las flores la planta tiene sus órganos reproductores. De las flores se forman los frutos y las semillas, que son necesarias para que una planta de esta clase se reproduzca.
Las plantas con flores se dividen en dos grandes grupos:
Las gimnospermas no tienen frutos para proteger la semilla. Sus flores son muy simples y suelen pasar inadvertidas a nuestra vista. Por ejemplo, los pinos, los abetos y los cipreses. Son las plantas con semillas más antiguas.
Las angiospermas son las plantas más recientes y más evolucionadas. Tienen flores complejas que suelen ser llamativas a nuestra vista. Las semillas están recubiertas por un fruto que las protege. Son la fuente de alimentación del ser humano y de muchos mamíferos. De ellas también se obtiene gran número de materias primas y productos naturales. Por ejemplo, los jazmines, los rosales, el trigo y la encina.
FUNCIONES DE LAS PLANTAS
Como todos los seres vivos, las plantas también nacen, crecen, se reproducen y mueren. Las funciones de nutrición de las plantas son:
-
La fotosíntesis.
-
La alimentación de las plantas.
-
La respiración de las plantas.
-
La Reproducción de las plantas con flores.
-
1ª fase: La polinización
-
2ª fase: La fecundación
-
3ª fase: la germinación
-
Reproducción de las plantas sin flores
La fotosíntesis.
Todas las plantas, las algas y algunas bacterias tienen clorofila. La clorofila es una sustancia verde que da color a los vegetales. Gracias a ella, las plantas son capaces de capturar la energía de la luz del sol y convertirla en energía química. Este proceso se denomina fotosíntesis.
Es un proceso muy complicado, pero para entenderlo mejor, se puede resumir en la captación del dióxido de carbono, gas que hay en la atmósfera y expulsión de oxígeno al aire.
Una fórmula que resume este proceso sería:
CO2 + H2O + luz = (CH2O) + O2
|
CO2 = dióxido de carbono
H2O = agua
(CH2O) = hidratos de carbono (azúcares)
O2 = oxígeno
|
Si nos fijamos en la fórmula anterior vemos que las plantas: Consumen dióxido de carbono, que es un gas perjudicial, Producen oxígeno, gas fundamental para la respiración de casi todos los seres vivos, Fabrican hidratos de carbono, energía que utilizan para su alimentación y desarrollo, y es la gran fuente de energía para los demás seres vivos (cadena alimenticia).
Por todo ello, los vegetales son tan beneficiosos para los demás seres, pues además de proporcionarles alimento, son capaces de fabricar oxígeno y de librarnos de gases tóxicos para nosotros.
La alimentación de las plantas.
Los vegetales absorben por la raíz el agua y las sales minerales que hay en la tierra. Estas sustancias forman lo que se llama savia bruta. La savia bruta sube por el tallo hasta llegar a las hojas.
En las hojas, los productos resultantes de la fotosíntesis, sufren una serie de reacciones y dan lugar a la savia elaborada.
La savia elaborada circula por toda la planta, sirviendo de alimento a la planta y, además, se almacena como reserva (almidón).

La respiración de las plantas.
Como los demás seres vivos, las plantas también respiran, es decir, necesitan tomar oxígeno del aire; sin embargo no tienen órganos adaptados para esta función, como los animales.
Este proceso se llama intercambio de gases, porque se produce un cambio mutuo de gases entre la atmósfera y los vegetales. Los gases que se intercambian son vapor de agua, dióxido de carbono y oxígeno.

La Reproducción de las plantas.
Las plantas se marchitan y mueren Sin embargo, las especies vegetales siguen existiendo en la Tierra porque las plantas se reproducen; es decir, de una planta adulta que es la madre o progenitora, nacen nuevas plantas iguales a ella. Muchos vegetales se reproducen en primavera, cuando las condiciones de humedad y temperatura son más favorables para que se reproduzcan en mayor cantidad.
Por eso, en esa estación, vemos los campos y las montañas llenos de colores producidos por infinidad de flores.
Reproducción de las plantas con flores.
Para que una planta de este grupo se reproduzca, tienen que ocurrir dos fases o procesos.
1ª fase: La polinización
La polinización es el transporte del polen desde unas flores hasta otras, dispersándose por el aire. Cuando estos granos de polen se unen con los óvulos de una flor, pueden nacer nuevas plantas.
Cada especie florece en distintas épocas. Eso significa que en esos momentos están listas para reproducirse. Algunas lo hacen una o dos veces al año, como los almendros o los rosales. Otras florecen una sola vez en su vida.
Cuando la flor está en plena madurez, las anteras de sus estambres producen granos de polen que son los gametos masculinos. Estos granos de polen son diminutos y se transportan fácilmente hasta el pistilo de otra flor con la ayuda del viento o de insectos, como abejas o mariposas. Incluso algunas aves, como el colibrí, favorecen la polinización.
Los insectos se sienten atraídos por los olores y colores de las flores. Se acercan a ellas para libar el néctar de las flores, que es una sustancia dulce que ellas segregan y de la que se alimentan muchos insectos.
Mientras están sobre la flor, las patas, alas y todo el cuerpo del insecto se queda impregnado de granos de polen. Después, cuando inmediatamente el insecto se traslade a otra flor, esos granos de polen irán con él y podrán llegar al pistilo de otra flor. El polen también puede entrar en el pistilo de la misma flor de donde salió, pero muchas plantas tienen mecanismos para evitar esto, porque así consiguen una reproducción de mayor calidad.

2ª fase: La fecundación
Una vez que un grano de polen cae sobre el estigma (abertura que tiene el pistilo), le crece un largo tubito que se juntará con el óvulo y dará lugar a una célula nueva llamada cigoto.
Esta célula nueva será el origen de la nueva planta. Irá dividiéndose y creciendo. Se rodea de sustancias nutritivas que le servirán de alimento mientras crezca y de un tejido más duro que le protege. Todo esto es lo que llamamos semilla.

3ª fase: la germinación
El ovario irá engrosándose y se transformará, poco a poco, en fruto. El fruto tiene sustancias nutritivas que ayudarán a la formación de la semilla y, además, le protegerán. Cuando el fruto está maduro cae al suelo, enterrándose o siendo arrastrado por el agua de lluvia. Otras veces el fruto lo comen los animales.
Algunas plantas necesitan que sus semillas sean digeridas por animales y caen dispersas por el suelo con los excrementos, sin sufrir ningún daño.
Otras plantas desarrollan métodos muy curiosos para que sus semillas se transporten y se dispersen; por ejemplo, la familia del diente de león, el cardo o la alcachofa, tienen su semilla rodeada de un vilano formado por unos pelitos blancos muy finos que el viento transporta lejos con mucha facilidad. Otras semillas están rodeadas de púas o de sustancias pegajosas para quedarse pegadas al pelo de animales o plumas de aves, siendo así transportadas por ellos y posibilitando que nuevas plantas iguales crezcan en lugares distintos.
La dureza de la semilla le permitirá sobrevivir y esperar con paciencia a que existan unas buenas condiciones de humedad y de temperatura para germinar. Decimos que la semilla germina cuando se abre y le brotan pequeñas raíces que se agarrarán a la tierra, dando origen de esta manera a la nueva planta.

Reproducción de las plantas sin flores
Las plantas que nunca producen flores tienen un mecanismo distinto para reproducirse. Es el caso de los helechos y los musgos.
A los helechos se le forman en algunas épocas del año unos pequeños bultitos en el envés de los frondes u hojas que se llaman soros y contienen las esporas. Cuando el tiempo está seco, los soros se secan y se abren, lanzando las esporas al aire. Después, cuando la espora en el suelo tiene buenas condiciones de calor y humedad, germinará como una plantita pequeña con forma de corazón llamada gametofito, que no se parece nada al helecho que conocemos.
El gametofito tiene los órganos sexuales masculino y femenino. Cuando haya un periodo de lluvias con humedad abundante, las células masculinas nadarán en el agua hasta llegar al órgano femenino de otro gametofito, uniéndose a la célula femenina. De esta fecundación se produce un cigoto que crecerá como un helecho.
Los musgos se reproducen también por esporas. Los órganos sexuales están en el gametofito, que es una plantita independiente. Cuando hay mucha humedad, las células masculinas nadan y fecundan a los óvulos, formando un cigoto que dará lugar al esporofito, que es la planta que contiene las esporas. Entonces comienza una fase de reproducción no sexual en la que las esporas, cuando estén maduras, estallarán y se dispersarán por el viento. Cuando germinan, dan lugar de nuevo al gametofito.